Cuando se vive una situación de sobreendeudamiento, es común sentir que las puertas del sistema financiero se han cerrado para siempre. Sin embargo, la Ley de Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas (Ley 20.720) ofrece una herramienta legal crucial que no solo busca eliminar las deudas, sino también permitir la «rehabilitación financiera» del deudor, dándole una segunda oportunidad para reemprender.
En este artículo, te explicamos qué significa realmente la rehabilitación financiera, cuál es la diferencia entre salir de DICOM y estar rehabilitado legalmente, y los pasos para recuperar tu tranquilidad económica después de un proceso de liquidación.
¿Qué es la rehabilitación financiera?
La rehabilitación financiera es el estatus legal que se le otorga a una persona natural o microempresario una vez que ha completado satisfactoriamente un proceso de liquidación voluntaria (conocida popularmente como «quiebra»). Este estado implica que el deudor queda legalmente libre de las deudas que fueron parte del procedimiento y puede reincorporarse al sistema económico formal sin arrastrar el peso del pasado.
Es mucho más que solo dejar de recibir llamadas de cobranza o salir de un boletín comercial como DICOM. Es un reconocimiento judicial de que la persona ha saldado sus obligaciones en la medida de lo posible, ha cumplido con los requisitos legales, y por lo tanto, tiene el derecho a un nuevo comienzo.
¿Cómo se obtiene la rehabilitación financiera a través de la Ley 20.720?
La rehabilitación es el resultado directo de un procedimiento de Liquidación Voluntaria. La Ley 20.720 establece este proceso judicial que permite a una persona o empresa declararse en quiebra ante un tribunal.
Inicio del Procedimiento: El deudor solicita la liquidación voluntaria ante el tribunal competente, proporcionando una lista detallada de sus bienes y deudas.
Designación de un Liquidador: Un profesional es nombrado para tomar el control de la administración de los bienes del deudor.
Extinción de deudas: Una vez finalizado el proceso de liquidación y aprobada la Cuenta Final de Administración, el tribunal emite una resolución que declara el término del procedimiento.
Una vez que esta resolución de término se encuentra firme y ejecutoriada, el deudor está legalmente rehabilitado.
¿Qué pasa con los registros comerciales como DICOM?
Uno de los efectos más anhelados de la rehabilitación es la salida de registros de morosidad. La Ley 20.720 establece que, una vez finalizados los procedimientos concursales, la Superintendencia y los responsables de los registros o bancos de datos personales deben eliminar, modificar o bloquear los datos del deudor en el Boletín Concursal y en otros registros de obligaciones económicas, financieras, bancarias o comerciales, en un plazo de 30 días.
Esto significa que, tras la resolución judicial que finaliza el proceso, tu nombre debe ser retirado de bases de datos como DICOM y otros boletines comerciales, lo que te permite volver a operar en el sistema financiero y comercial sin la mancha de las deudas anteriores.
Beneficios concretos de la rehabilitación financiera
La rehabilitación financiera no es un concepto abstracto. Tiene efectos directos y tangibles en tu vida:
-
Salida de DICOM y boletines comerciales: Tus deudas se extinguen y tu historial de morosidad se limpia.
-
Recuperación de la tranquilidad: El acoso de los acreedores y las llamadas de cobranza se detienen.
-
Posibilidad de acceder a servicios financieros: Puedes abrir una cuenta corriente, obtener tarjetas de crédito y, con el tiempo, acceder a nuevos créditos, ya que la ley te da un reinicio legal.
-
Reemprendimiento sin deudas: Si eres un microempresario, puedes comenzar un nuevo negocio sin la carga de las obligaciones pasadas, legalmente habilitado para ello.
-
Protección de tu patrimonio futuro: Los bienes que adquieras después del proceso de liquidación no podrán ser embargados por las deudas anteriores, salvo en casos de fraude.
Es importante destacar que, aunque la ley te habilita para comenzar de nuevo, los bancos y otras instituciones financieras pueden tardar un tiempo en otorgarte nuevos créditos, ya que evalúan tu historial de riesgo. Sin embargo, el camino legal ya está despejado para que puedas reconstruir tu solvencia.
Conclusión: Un paso decisivo hacia la libertad
La rehabilitación financiera es el objetivo final de un proceso de liquidación voluntaria exitoso. No es un regalo, sino un derecho legal que te otorga la Ley 20.720 para reconocer una situación de sobreendeudamiento insostenible y permitirte un nuevo comienzo.
Si te encuentras en una situación de crisis económica, con deudas que no puedes pagar y un historial comercial que te limita, informarte sobre este camino es el primer paso. No se trata de un final, sino de una puerta de salida que te permite recuperar el control de tu vida financiera, limpiar tu nombre y volver a respirar tranquilo.
0 comentarios